Wednesday, March 01, 2006

Los beneficios del peeling

Qué es el peeling? ¿En qué casos está indicado? ¿Cada cuánto tiempo es aconsejable realizarlo? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que surgen en torno a una técnica que cada vez adquiere mayor popularidad. La aparición de sustancias más eficaces y el perfeccionamiento de este tratamiento permiten devolver a la piel juventud y luminosidad.

El peeling consiste en la eliminación de distintas capas de la epidermis para favorecer la regeneración de la piel. “El número de capas a eliminar dependerá del tipo de peeling que se realice: superficial, medio o profundo. Además, puede ser físico o químico, y según el agente utilizado se obtienen distintos beneficios, como el aumento del colágeno, despigmentación de manchas o el control sobre la grasa y bacterias en las pieles acneicas”, indica Díaz.

El peeling está indicado en casos de envejecimiento fisiológico o actínico y para el tratamiento de manchas y acné. No obstante, puede emplearse como un medio para “mantener una piel sana, tersa, libre de impurezas y luminosa”.

Entre las sustancias empleadas en el peeling se encuentran el fenol y los ácidos glicólico, tricloracético, salicílico y kójico. La elección de estas sustancias dependerá del objetivo del tratamiento (despigmentante, antiacneico o antiarrugas). En todo caso se consigue mejorar la calidad de la piel y la producción de colágeno y elastina.

Peeling superficial: Cierra los poros, atenúa las cicatrices originadas por el acné y las arrugas finas. Además, aporta uniformidad al tono de la piel y un aspecto más juvenil y saludable. Este tipo de peeling ayuda a “controlar el acné, las foliculitis y las secreciones sebáceas, y pone a la piel en mejores condiciones para recibir cualquier tipo de tratamiento dermatológico”.

Peeling medio: está indicado en el caso de envejecimiento solar o tóxico, ya que actúa sobre las arrugas finas y de profundidad media, y para controlar las manchas actínicas. También se emplea como “paso previo o complemento de muchos tratamientos médicos, como la microdenervación, lifting o rellenos".

Peeling profundo: Con resultados espectaculares, el peeling profundo consigue actuar sobre “las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas actínicas y solares y queratosis. Asimismo, produce la retracción de la piel, lo que mejora notablemente los problemas de flacidez”.

La profundidad del peeling determinará la recuperación de la piel, que puede ir desde unas pocas horas hasta cinco días. En el caso de los peelings profundos, se realiza una única sesión en el rostro, requiere sedación profunda o incluso anestesia y la recuperación se alarga más en el tiempo. “La paciente puede tardar entre cinco y diez días en poder maquillarse y acudir normalmente al trabajo".

La periodicidad del peeling también dependerá del objetivo del tratamiento así como de la sustancia empleada. En los peelings para aportar luminosidad al rostro se realizan entre cuatro y ocho sesiones semanales o quincenales. Una vez obtenidos los resultados deseados se hace una sesión de mantenimiento cada cuatro o seis semanas. Cuando la intervención en la piel es profunda, las sesiones se espacian más en el tiempo y el tratamiento completo se repite una vez al año. Si el peeling es muy profundo no suele repetirse en años.

Después del tratamiento la higiene es inexcusable, es imprescindible la protección solar y evitar la exposición directa al sol. Cada paciente contará con un tratamiento personalizado, que puede ir desde la aplicación de cremas hasta complementos dietéticos, para mejorar el problema específico que presenta su piel